Archivo del Autor: Florencia

Presentación «Pase Cabida»

El próximo jueves 28 de octubre se realizará la presentación del libro «Pase Cabida», de Alejo Arrecigor, desde las 20 hs en Diagonal 78 y 10 (Bar Oliver) de La Plata.

Allí, el autor comentará la obra que contiene relatos ficcionados de historias ocurridas en centro cerrados para detención de jóvenes en conflicto con la ley penal, de la Provincia de Buenos Aires, desde la mirada de un asistente de minoridad.

Seguramente, será un espacio interesante para el intercambio de ideas con el autor y los/as presentes.

Esperamos verlos/as allí!

Cierre del seminario en Bahía Blanca

El Grupo de Estudios Sobre Educación en Cárceles (GESEC – La Plata) y el GESEC Zona Sur invitan a Jornada Abierta de Socialización de Avances de Proyectos-Trabajos Finales de la XXI edición del Seminario – Taller “Educación Pública en la privación de Libertad: Educación, Cárcel y Derechos Humanos”, a desarrollarse este sábado desde las 10 en la ciudad de Bahía Blanca.

El curso fue organizado por la Comisión Universitaria sobre la Educación Pública en las Cárceles de la Universidad Nacional de La Plata, el Grupo de Estudio sobre Educación en Cárceles (La Plata y Zona Sur); Cátedra de Derechos Humanos del Departamento de Humanidades. Universidad Nacional del Sur. Bahía Blanca y ADUNS (Asociación de Docentes de la Universidad Nacional del Sur). Bahía Blanca

La Jornada es abierta a la comunidad y tiene el objeto de compartir las diferentes producciones finales (ensayos y proyectos de promoción).

Se contará también con la participación de:
– Lucia García y Anabel Bonani, que presentarán la experiencia de Voluntariado Universitario de la Facultad de Arte (UNCBA) «El Lenguaje Audiovisual y la promoción de los Derechos Humanos en contextos de encierro» que llevamos adelante en la Unidad Nº 37 de Barker;

– Andrea Godoy Quintana, que presentará la experiencia del taller de teatro-improvisación, realizado en la UP Nº 10 de Melchor Romero (la Plata), organizado por el área de educación en instituciones psiquiátricas del GESEC La Plata; y

– Baltazar Delegue, pasante en el GESEC (La Plata) oriundo de Toulouse, Francia, quien presentará su Trabajo de Investigación sobre educación y jóvenes en conflicto con la ley.

L@s esperamos este sábado 23 de octubre a las 10hs en la Sede de la Asociación de Docentes Universidad Nacional del Sur, Pasaje Tres Arroyos 538 – Bahía Blanca

Para más información: gesecsur@gesec.com.ar

Tel./Fax. (0291) 451-7969 (Sede ADUNS)

Los Mineros y los Presos

Por Andrea Casamento, de la Asociación de Familiares de Detenidos en Cárceles Federales

Hace 70 días que el mundo entero tiene puesto sus esfuerzos y esperanzas en sacar a estas personas desde debajo de la tierra; se invirtieron millones de dólares y recursos de todo tipo para sacarlos, mientras que por otro lado a diario también en el mundo se hace lo mismo pero para enterrar personas vivas en un pozo: la cárcel, la tumba etc.

Me impactó ver un video de los mineros en el fondo de la tierra flacos, desaliñados, sin remera. Podemos comparar esa imagen con la de cualquier calabozo de comisaría del gran buenos aires.

Los presos son personas atrapadas dependiendo de alguien del mundo exterior para alimentarse, vestirse, tener alguna noticia sobre qué va a pasar con ellos o cuándo los van a sacar.

Especialistas de todo tipo pensaron estrategias de rescate, supieron muy bien qué hacer con ellos y sus familias durante el encierro y después. Explicaban con mucha claridad las dificultades que tuvieron que afrontar para vivir en el encierro y todos los cuidados para esta nueva etapa: algunas cosas simples como dormir en una cama, adaptarse a la luz, bañarse, separarse de sus compañeros, volver a casa y otras más complejas como superar ese echo traumático.

Nosotras sabemos que ocurre lo mismo y mucho más cuando una persona sale de la cárcel.

Coincido con todos los comentarios escuchados por estos días: estos mineros no serán los mismos, tampoco las personas que pasan por la cárcel o vivieron alguna situación traumática de este tipo.

Investigadores de todo el mundo están muy interesados en estudiar el comportamiento humano en estas circunstancias, esta experiencia es única en el mundo. Es verdad tal vez en una mina, pero no en un campo de concentración como el Olimpo o la Esma, prisiones de guerra o cualquier comisaría del Conurbano.

Pensaba en lo que sintieron las familias al ver que los suyos no llegaban. Salieron a buscar, a pedir ayuda, golpear puertas, lloraron, suplicaron, nunca abandonaron.

Dicen que esto es un ejemplo para el mundo. Nosotras como familiares de personas privadas en libertad también debemos contarle al mundo las consecuencias del encierro en nuestras familias. Advertir que los presos son seres humanos que sufren el encierro igual que cualquiera y las consecuencias de ésto nos afecta a todos.

Ojala tuviéramos un equipo de especialistas monitoreando este encierro y obviamente esperando a cada persona que sale. Por que si decidimos encerrar a las personas bajo estas condiciones tenemos que hacernos cargo de sus consecuencias.

Asociación Familiares de Detenidos en Cárceles Federales
contacto :
Tel 4857-6875 cel 15-36956866 andreacasamento@hotmail.com
familiaresdedetenidos@gmail.com
http://familiaresdedetenidos.blogspot.com/

«Todos los que matan a Matías» – Página 12

Por Andrea Homene *

A Matías Berardi lo asesinaron, el martes de la semana pasada, según dicen hasta el momento los investigadores, los miembros de una familia que lo habían secuestrado para pedir 500 pesos de rescate: atrocidad injustificable que merece la más enérgica condena. Pero no fueron sólo ellos quienes terminaron con la vida de este chico de 16 años. A Matías lo asesinaron los vecinos, que lo vieron correr desesperado pidiendo ayuda pero, como era perseguido por otras personas que gritaban que les había robado (luego se sabría que eran sus secuestradores), no intervinieron para asistirlo.

También lo asesinaron los periodistas que instalan en el imaginario del público la idea de que los jóvenes son los responsables de todos los problemas de inseguridad. El remisero que no dudó en huir cuando vio al joven acercarse a su automóvil con intenciones de abordarlo también lo asesinó.

Lo mataron además quienes vieron cómo Matías era finalmente interceptado por un automóvil, subido a golpes, y no hicieron nada para evitarlo. También lo mató la policía, que alertada “porque un menor intentó asaltar a un remisero y luego fue subido a un auto”, hizo un breve recorrido por el barrio y se retiró. A Matías lo mató la clase media, que construye bunkers rodeados por doble alambrado electrificado para subrayar las diferencias entre un adentro habitado por los buenos ciudadanos y un afuera infectado de “malvivientes”.

Matías murió por ser un adolescente. Cargó, por un instante breve y fatal de su vida, con el estigma que cargan miles de adolescentes como él, que continuamente son agredidos, despreciados, maltratados, humillados, por los buenos ciudadanos que pagan sus impuestos y que reclaman airadamente bajar la edad de imputabilidad, endurecer las condenas (como si ser un adolescente de clase baja sin futuro ni ilusiones no fuera condena suficiente), que no salgan nunca más de la cárcel.

Existe otro Matías. Lo conozco. Está cumpliendo una probation. No vive en un barrio privado, no juega rugby, no asiste a un colegio bilingüe. Es morocho. Todos los días sale a vender productos de limpieza por la calle. Y casi todos los días la policía lo para, lo obliga a ponerse contra la pared, le hace abrir las piernas, someterse a la requisa, abrir su mochila, dejar caer su mercadería, soportar que se la pateen y juntar lo que queda de ella sin decir una sola palabra, porque, al menor atisbo de protesta por el atropello, pueden llevarlo a la comisaría por “resistencia a la autoridad”. Cualquier conflicto le haría perder la probation y podría derivar en su detención. El sabe que no puede reaccionar ante el funcionario policial; no puede defender su derecho a querer darle un curso diferente a su vida, a ganar honestamente el sustento de su familia. Debe callar y juntar del piso su mercadería pisoteada.

Los que creyeron que el otro Matías era un ladrón consideraron justo que fuera perseguido por sus presuntas víctimas y empujado al interior de un auto. A nadie se le ocurrió que, aun cuando hubiera cometido un delito, debía ser protegido de la persecución justiciera. Es más, si hubiera sido un ladrón, y sus víctimas, como ha sucedido, hubieran hecho “justicia” por mano propia, el discurso social ante la muerte del chico hubiera sido muy diferente. Los homicidas hubieran sido considerados casi como héroes. Difícilmente se hubiera establecido su responsabilidad y en el caso de que fueran identificados, un buen abogado habría logrado probar el “estado de emoción violenta” y así la inimputabilidad.

El otro Matías trata de sobrevivir en un medio que le es hostil y, cuando le pregunto qué necesita, contesta: “Una vida nueva”. Con este Matías, intentamos aún reparar todo el daño que se le ha hecho; que pueda algún día ilusionarse, desear, imaginar una vida en la que pueda andar libremente por la calle, trabajar, ir a bailar, sin tener que agachar la cabeza cuando la mirada del otro le dirige desprecio y burla.

* Psicoanalista. Perito psicóloga en una defensoría oficial del conurbano bonaerense.

Nuevo ataque al CUD

A continuación, la nota publicada por la Agencia Rodolfo Walsh, sobre un nuevo ataque al Centro Universitario de Devoto, que hace 25 años funciona y fue conquistado y resistido por los estudiantes con el apoyo de profesores de la UBA.

(AW)“El CUD, tiene 25 años de existencia y de resistencia; un lugar en el subsuelo de la cárcel para poder pensar, estudiar, y construir nuevas herramientas, que nos permitan una oportunidad en el afuera. Ya hemos sufrido, muchos ataques, con diferentes excusas; fuimos tildados de comunistas, huelguistas, oficialistas según el color político de turno; hoy secuestradores virtuales, mañana…”, con estas palabras los compañeros rechazan el nuevo hecho represivo bajo forma de allanamiento, esta vez ordenado por el Fiscal del UFI de Morón, Claudio Oviedo. El anterior operativo-allanamiento fue perpetrado el 16 de este mes por el Juzgado de Garantías Nº 8 de Lomas de Zamora. Los fundamentos de ambos constituyen un verdadero mamarracho jurídico.

El jueves 23 de septiembre de 2010, a las 16:15 hs. en la Sede Nº 14 perteneciente a la Universidad de Buenos Aires (U.B.A.) -donde funciona el Centro Universitario Devoto (CUD)- que está situada dentro del establecimiento de detención denominado Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad autónoma de Buenos Aires (ex Unidad Nº 2 “Devoto”), un pelotón de la Guardia Armada del Servicio Penitenciario Federal (SPF), bomberos, perros y personas “no identificadas” irrumpieron intempestivamente, en virtud de una orden de allanamiento pedida por el Sr. Fiscal Claudio Oviedo a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 5 de Morón, el operativo –según el fiscal- fue el desenlace de una investigación iniciada el 16 de agosto pasado cuando una mujer de 60 años fue detenida en el partido de Morón, cuando se disponía a cobrar el rescate de un falso secuestro.

La crónica de los hechos, es que en ese momento se estaba dictando una clase de la Carrera de Sociología e irrumpieron en el aula varios guardias armados con escudos y cascos, a los gritos y ordenándoles de mala manera, que se pusieron contra la pared. Los alumnos que estaban asistiendo a la clase, en protección del profesor, pidieron que no fuera maltratado y que pudiera salir del C.U.D y así fue logrado. No hubo por parte del alumnado y colaboradores del Grupo Universitario Devoto (G.U.D) ninguna resistencia al procedimiento.
Ahora bien, debemos decir que este atropello del que fue testigo un profesor de la Universidad de Buenos Aires, se reproduce a diario por parte del SPF hacia la población carcelaria en general y en particular contra los alumnos que asisten a cursar las seis carreras y los cursos extracurriculares que se dictan en ámbito del CUD, más de un compañero ha sufrido atropellos y amenazas, por el sólo hecho de querer estudiar. Amenaza que alcanza a muchos compañeros no estudiantes, que prefieren no enfrentarse con las autoridades, que les dicen que “si concurren al CUD no van a ser tenidos en cuenta en el tratamiento de la progresividad del régimen de calificaciones”.

El CUD, tiene 25 años de existencia y de resistencia; un lugar en el subsuelo de la cárcel para poder pensar, estudiar, y construir nuevas herramientas, que nos permitan una oportunidad en el afuera. Ya hemos sufrido, a lo largo de estos 25 años, muchos ataques, con diferentes excusas; fuimos tildados de comunistas, huelguistas, oficialistas según el color político de turno; hoy secuestradores virtuales, mañana…

La ley de educación superior Nº 24.521 en su artículo 31 refiere: “La fuerza pública no puede ingresar en las instituciones universitarias nacionales si no media orden escrita previa y fundada de juez competente o solicitud expresa de la autoridad universitaria legítimamente constituida”.

En este Centro Universitario funciona el Programa UBA XXII “Educación en cárceles”, el Director del mismo es el Dr. Leandro Halperin, el programa depende directamente del rectorado, nadie de la UBA fue citado, ni avisado, sin embargo desde el mediodía fueron convocados los medios de comunicación a presenciar el allanamiento…

La ley se presume conocida por todos, según refiere el art. 20 del Código Civil, pero poco conocida para el juez de garantías que convalidó el allanamiento pedido por el fiscal y también para el juzgado de rogatorias de esta ciudad que debió ser informado (hasta hoy no lo sabemos) y autorizó el mismo sin los recaudos formales.

Nótese que no urgía lo inmediato, porque la justicia tardó 47 días desde la detención de la presunta responsable, para realizar el operativo.

Nos preguntamos: a quien le leyeron la orden de allanamiento, al director del establecimiento penitenciario; si el CUD depende de la UBA, porque no hubo un veedor de la universidad, porque no se retiró o no se dejó ingresar al docente -si ya tenían la orden-, el docente llevaba 30 o 40 minutos dando clase. Preguntas que ameritan una respuesta por parte del Poder Judicial. Nótese otra particularidad al que le leyeron la orden de allanamiento director del establecimiento penitenciario -entiéndase SPF- fue el mismo que realizó el operativo dentro del CUD y luego en el pabellón de estudiantes.
La autonomía de la UBA fue vulnerada sin fundamentos ni garantías legales, estamos dispuestos a colaborar con el esclarecimiento de los sucesos que se investigan, porque justamente el resultado de la investigación –tanto la seguida por el juzgado de Lomas de Zamora como la del juzgado de Morón- son las que demostraran que el Centro Universitario como sus integrantes nada tenemos que ver con los sucesos que se investigan y que todo tiene un trasfondo de desprestigio contra la educación en las cárceles y la cárcel de Devoto.
El Centro Universitario Devoto sigue adelante, a pesar de las causas que nos quieran inventar y los ataques que suframos. Vamos a defender nuestro espacio de libertad a lo como dé lugar, somos estudiantes universitarios-detenidos y defendemos nuestros derechos.