Jornada sobre Educación en Cárceles, en Córdoba

El GESEC participó de una jornada sobre Educación en Contextos de encierro, denominada «Un cambio hacia la libertad», organizada a través de su Secretaría de Extensión y  la carrera de Psicopedagogía de la Universidad Blas Pascal, en la Ciudad de Córdoba.

Con presencia de 300 personas, entre docentes, profesionales y estudiantes interesados en la temática, se abordó

– La educación en contextos de encierro, donde disertó el vicepresidente y fundador del GESEC, Mg.Lic.Prof. Francisco Scarfó.

Además, la presidenta del GESEC, Lic. M Florencia Pérez Lalli, junto a la secretaria ejecutiva del Grupo, Lic. Leticia Farignón, expusieron sobre Discriminación y Género: educación, mujer y cárcel; convocadas a partir de un trabajo presentado en conjunto con la Lic. Juliana Gardinetti (Referente de Comunicación y Prensa).

Provenientes de todo el país, el auditorio participó del intercambio de experiencias en esta jornada donde también se trataron las siguientes temáticas: – El proceso de construcción de sentido en las prácticas docentes de contextos de encierro, Seguridad Humana, las prácticas educativas en Educación en Contexto de Encierro.

 

El GESEC agradece la invitación de la Universidad Blas Pascal, y del equipo organizador, con el Lic. Sebastián Cruz Álvarez a la cabeza. Fue una gran experiencia donde se pudieron generar lazos e intercambiar experiencias tendientes a fortalecer el trabajo cotidiano del GESEC tendiente a la promoción de la garantía del derecho a la educación para las personas privadas de su libertad ambulatoria.

Nueva edición del seminario «Educación, Cárceles y DDHH», en La Plata

Comenzó la edición XXVIII  del seminario  «Educación, Cárceles y DDHH: Educación pública en contextos de privación de libertad» que se dicta nuevamente en la Facultad de Trabajo Social de Universidad Nacional de La Plata los sábados de 10 a 13 hs, organizado por el Grupo del El Grupo de Estudio sobre Educación en Cárceles. 


El Seminario pretende analizar integralmente la complejidad y especificidad de la educación en el contexto carcelario, como así también problematizar sobre los fines y funciones de la educación pública en la cárcel en función del contexto de la privación de la libertad en donde se desarrolla la educación y los sujetos de la acción educativa. 

En este sentido se indaga sobre la normativa educativa vinculada a este grupo social y el rol de las instituciones educativas y la Universidad como así también se analizarán los aspectos contextuales de la práctica, el perfil y los roles del educador/a de jóvenes y adultos. 

En términos generales se abordan las implicancias sociales y jurídicas del derecho a la educación de la población carcelaria como así también el reconocimiento de la necesidad de garantizar a los/as detenidos/as el derecho a la Educación y una Educación en derechos humanos como un instrumento concreto de prevención de violaciones a los derechos humanos y perspectiva pedagógica transformadora en la educación en cárceles. 

El seminario-taller que se realiza en esta casa de estudios desde el año 2006, y es coordinado por el Magister Francisco José Scarfó, vicepresidente del GESEC. 

Informe CIDH – Provincia de Buenos Aires

La asesora legal del Gesec, Ivana Montserrat nos ofrece un resumen del último informe de la Comisión Interamericana de DDHH, haciendo eje en lo ocurrido en la Provincia de Buenos Aires.

 

COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS RESUMEN DEL INFORME SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE SU LIBERTAD EN LAS AMERICAS.

 

AÑO 2011

 

SITUACION EN PROVINCIA DE BUENOS AIRES: • La relatoría sobre los derechos de las personas privadas de su libertad, manifiesta su preocupación por la detención de personas, incluyendo menores, sin orden judicial anterior ni control judicial posterior, y fuera de los supuestos de flagrancia, por el único motivo formal de averiguar su identidad. Varios defensores públicos manifestaron que la detención de niños y adolescentes por averiguación de identidad, se hace por periodos de hasta 12 horas, y sin control judicial alguno. • Aún se observan prácticas como la denunciada por un agente penitenciario, que fue sometido a distintas formas de maltrato físico como ritual de bienvenida al Grupo de Intervención Especial. El ataque fue grabado con un celular y filtrado a los medios de comunicación. • La CIDH exhortó al Gobierno de Bs. As. a “establecer criterios objetivos que aseguren un proceso de adjudicación de cupos transparente y equitativo” en lo relativo al acceso a talleres, educación y demás programas de resocialización. En este contexto, otro de los factores que induce a la falta de transparencia y a las irregularidades en la determinación del acceso a estos programas es precisamente la insuficiencia de los mismos frente al elevado número de presos. • Preocupa el uso desproporcionado de los disparos con balas de goma contra los privados de libertad. De acuerdo con el Comité Contra la Tortura, la represión con balas de goma fue utilizada al menos en 1,487 oportunidades durante el 2008 por agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense Los hechos de represión en general no respetan la reglamentación vigente o lo que enseñan los manuales de formación penitenciaria. Los disparos con balas de goma no deberían ser efectuados a menos de diez metros del cuerpo de las personas, ya que pueden ocasionar lesiones gravísimas e incluso la muerte. Además, debería apuntarse de la cintura hacia abajo. Pero en la mayoría de los casos los disparos son a muy corta distancia y suelen dirigirse a la cara o al pecho. En otros, se dispara apuntando hacia abajo pero con los detenidos en el piso. Se ha registrado gran cantidad de casos de personas que perdieron un ojo o padecieron otros daños irreparables. También es habitual encontrar detenidos con postas de goma alojadas en su cuerpo por mucho tiempo. • No hay cifras certeras sobre la cantidad de personas que fueron víctimas de torturas, ejecuciones o muerte por parte de la policía. Como la población afectada suele pertenecer a los sectores más excluidos, muchos de estos hechos no se denuncian y tampoco llegan a los medios masivos de comunicación. Si los casos no son acompañados por la perseverancia de los familiares, organizaciones y allegados a las víctimas, suelen quedar impunes o justificados como “enfrentamientos”. Existe un patrón estructural, una actitud de encubrimiento institucional, no importa la entidad del delito cometido. • La CIDH tomó conocimiento de la supuesta desaparición de Luciano Arruga. De acuerdo con la información recibida, Luciano Arruga – de 17 años- habría desaparecido en enero de 2009 luego de estar detenido ilegalmente en el Destacamento Policial de Lomas de Mirador. La sospecha sobre la posible participación policial en la desaparición de Luciano Arruga surge de las reiteradas amenazas que éste sufría por parte del personal de la delegación de policía y de los testimonios vertidos en el proceso interno que darían cuenta de su presencia en la comisaría de Lomas del Mirador. • En Argentina, en cárceles del Servicio Penitenciario Federal se registraron 24 suicidios en el periodo comprendido entre 2006 y 2009; y en cárceles del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires, 83 suicidios entre 2004 y 2009. • Se denuncia el empleo de la llamada práctica de la “falanga” o “patapata”, por parte del personal del Servicio Penitenciario Bonaerense • Se recibió información según la cual el uso de los pabellones de aislamiento o buzones en las Unidades Penitenciarias de la Provincia constituye uno de los ámbitos en los que se viola de forma reiterada el derecho a la integridad personal de los reclusos. El encierro transcurre en celdas de 2×1.5 metros durante 23 ó 24 horas al día con doble puerta; generalmente sin agua potable o elementos de aseo personal; en celdas muy sucias y antihigiénicas; en muchos casos sin luz natural y/o artificial; sin calefacción o ventilación; con escasa o nula posibilidad de acceso a la ducha; sin comida ni posibilidad de cocinarse; sin posibilidad de acceder a la visita y en muchos casos sin acceso a teléfono; entre otras condiciones contrarias a los estándares internacionales. Además, es en estas secciones donde se registra la mayor carga de violencia (golpizas y otras agresiones) por parte del personal penitenciario • Se constató que la Comisaría de Ensenada Seccional 3ª, cuya capacidad real de alojamiento era de 6 plazas, alojaba al momento de la visita 20 personas en una situación de hacinamiento absoluto (y según se comprobó, dos semanas antes había llegado a albergar hasta 28 detenidos). Se observó además, que en cada celda dormían 3 personas y en el suelo del corredor otras 11, una seguida de la otra. Los detenidos permanecían encerrados en estas condiciones 24 horas al día sin acceso a luz natural, salvo un pequeño enrejado a través del cual tienen contacto con los abogados y las visitas. Se constató que todos los detenidos de esa comisaría habían permanecido ahí por periodos de entre 3 a 18 meses, incluso se encontró una persona de 75 años que sufría de artritis y que llevaba allí 45 días. • Se pudo observar que las comisarías visitadas no eran recintos diseñados originalmente para el alojamiento de personas por periodos prolongados, sino estructuras de otra naturaleza que posteriormente fueron modificadas. De las 54 Unidades Penitenciarias de Buenos Aires, diez de ellas no fueron construidas con ese fin específico. Además, de las 54 Unidades Penitenciarias, tres fueron construidas entre 1877 y 1882; cuatro entre 1913 y 1951; y el resto son posteriores a 1960. • La Relatoría verificó con preocupación que en los pabellones de separación del área de convivencia (“buzones”) los internos sometidos a reclusión en régimen de aislamiento no contaban con agua corriente y tenían que comer con la mano. A este respecto, la CIDH subrayó que “es indispensable que el Estado provea a los detenidos utensilios básicos para que éstos ingieran sus alimentos en condiciones mínimas de dignidad. • El Relator de Personas Privadas de Libertad constató que las autoridades penitenciarias tenían la práctica de realizar traslados sucesivos e indiscriminados de reclusos como forma de control interno de los penales o como medida disciplinaria –práctica conocida como la calesita–, con la agravante de que durante el traslado muchas veces se sometía a los internos a distintas formas de tratos crueles, inhumanos y degradantes. De hecho, uno de los internos entrevistados durante la visita manifestó haber recorrido en seis años más de 40 (de las 54) Unidades. A este respecto, el Relator destacó que la reubicación constante de estas personas en distintos establecimientos de la vasta provincia de Buenos Aires afectaba el contacto regular con sus familias y les impedía el acceso a los programas laborales y educativos necesarios para su resocialización. • La cifra de internos que fueron trasladados 3 o más veces durante el 2008 era de 5,643. Además, durante ese año el Sistema Penitenciario Bonaerense habría dispuesto un total de 47,709 traslados, de los cuales 26,385 carecían de una motivación clara: 18,928 por “reubicación”, 7,378 por motivo no especificado y 79 sin motivo. Estos traslados por lo general se realizan mediante actos de violencia por parte del personal penitenciario. • la Relatoría de Personas Privadas de Libertad recibió información según la cual en el 2008 el interno Oscar Chaparro habría fallecido sofocado en un camión del Ministerio de Seguridad durante un traslado. Los peritos habrían comprobado que la caja donde era transportado Chaparro carecía de ventilación y con temperaturas de hasta 40º, además ese viaje que debió haber durado cinco horas, demoró un día. • Las muertes por VIH/SIDA y enfermedades oportunistas constituyeron en 2009 la principal causa de muerte en unidades penitenciarias. De acuerdo con información suministrada por el Comité Contra la Tortura, la muerte de una persona detenida con VIH/SIDA es clasificada por el servicio penitenciario como no traumática, o sea natural. Esta clasificación desestima cualquier investigación por parte de la justicia acerca del modo en que influyeron las condiciones y el régimen de detención para el tratamiento adecuado de la enfermedad: mala alimentación, falta de higiene, condiciones edilicias inapropiadas, falta de tratamientos médicos o inadecuada y discontinua provisión de los mismos • Se constató la práctica de trasladar reiteradamente a los reclusos, llevándolos compulsivamente de una Unidad Penitenciaria a otra en el vasto territorio de la Provincia. Esta práctica afecta de manera particular a aquellas familias con escasos recursos económicos, para el desplazamiento a lugares distantes resulta excesivamente oneroso. • De la población reclusa en unidades del Sistema Penitenciario Federal, al finalizar el ciclo lectivo 2009, el 1.3% acudió a programas de alfabetización; el 34% a educación a nivel primario; el 19.35% al nivel medio nivel polimodal; y el 3.8% del total de la población penal recibió instrucción de nivel universitario. Además, el Estado indicó que el 48% del total de la población penal participaba de programas laborales (de estos 4,560 reclusos, 2,760 eran condenados y 1,800 procesados).

Taller “El derecho humano a la educación en contexto de privación de la libertad” en Azul

En un  valioso espacio de  intercambio de experiencias donde participaron cerca de 30 personas provenientes de distintos sectores, se concretaron las dos  jornadas previstas en el marco de un taller denominado «El derecho a la educación en contextos de privación de libertad», en la localidad de Azul.

 

Organizado por el Centro de Estudios en Derechos Humanos de la Facultad de Derecho en conjunto con el Grupo de Estudios sobre Educación en Cárceles (GESEC Sede Centro en Azul) y la Comisión Universitaria por la Educación Pública en las Cárceles dependiente de la Pro-Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de La Plata se desarrolló en la sede del Centro de Investigación y Posgrado.

 

Participaron estudiantes universitarias (dos que actualmente se encuentran privadas de su libertad), docentes, profesionales que se desempeñan en cárceles y demás representantes de la sociedad civil.

 

En la primera jornada, el Mg. Lic. Francisco Scarfó;  brindó un detallado panorama y conceptualización teórica sobre el derecho a la educación en contextos de privación de la libertad. Al día siguiente se trabajó sobre educación con  mujeres privadas de su libertad ( a cargo de la Lic. Florencia Pérez Lalli – Presidenta GESEC La Plata) y sobre educación con jóvenes en conflicto con la ley penal las referentes de GESEC Centro, Lic. Sofía Canevello e Ivana Cerrito.

 

Agradecemos la predisposición y participación de quienes acudieron, así como de las autoridades y demás representantes del Centro de Estudios en Derechos Humanos.

Pibes invisibles: la educación en los institutos para jóvenes en conflicto con la ley penal

En general, los medios masivos de información suelen reproducir la idea de educación como beneficio, o al menos quitándole el valor de derecho que ésta debe tener.

Igualmente, bien por darle visibilidad al tema, pero sabemos que hay muchxs chicxs que no acceden a la educación estando privadxs de su libertad.

 

Aquí dejamos un artículo publicado en la Agencia TELAM.

 

Unos 400 chicos van a la secundaria para recuperar el deseo de conocer

El total de los casi 400 adolescentes en conflicto con la ley penal que cumplen condena en la provincia de Buenos Aires cursan la escuela secundaria en los mismos centros donde se alojan, donde el objetivo pedagógico es lograr que recuperen el deseo de conocer.

En diálogo con Télam, el director del Programa Educación en Contextos de Encierro bonaerense, Alberto Florio, contó que «los chicos descubren en estos espacios que son sujetos de derechos, de obligaciones y sobre todo que hay un mundo al que se puede ver de otra manera».

«Con condenas que van desde unos meses a 15 años, los chicos, la mayoría de ellos varones, quieren saber; ninguno se niega a concurrir a clase porque descubren que pueden sacar cosas maravillosas de sí mismos, ayudados por un docente comprometido», dijo Florio.

El educador, que tiene una amplia experiencia en el trabajo con jóvenes en situación de calle, informó que desde 2007 funcionan escuelas secundarias en los doce centros e institutos distribuidos por la provincia de Buenos Aires, donde «el alto compromiso del docente es clave para devolverles a estos chicos el deseo de conocer».

«Además de las desventajas sociales que los llevaron a vivenciar la exclusión, la marginalidad y el delito, estos jóvenes cargan con la creencia de que ya no podrán acceder al conocimiento», explicó Florio.

La escuela, para estos chicos que cumplen condena «les puede dar una nueva forma de ver el mundo, un espacio que les da la posibilidad de transformarse en algo nuevo».

A manera de ejemplo, el funcionario recordó el día en que un adolescente le dijo que «si iba o no iba a la escuela, era lo mismo. El sentía eso porque nadie estaba ahí esperando que eso ocurra. Pero cuando vuelven a recuperar ese lugar, ese espacio de dignidad y respeto vuelven a confiar».

Talleres de pintura, muralismo, fotografía, videos, charlas con artistas plásticos y escritores, y encuentros con otos estudiantes son sólo algunas de las actividades que estas escuelas ofrecen a los jóvenes privados de la libertad.

Para Florio, todo lo que se haga desde los espacios educativos en contextos de encierro debe ir acompañado «de un fuerte compromiso docente, capaz de crear la empatía necesaria. El desafío es saber cómo tramitar la angustia y resolver las crisis, y para eso contamos con la palabra».

«En los contextos de encierro -reflexionó- hay que recuperar la palabra, que ha sido desvirtuada y se ha convertido en un arma de sujeción del otro. Para un adolescente que no cree en la palabra, la palabra es chamuyo que sirve como instrumento de dominación y la usa como tal. Por eso la escuela debe lograr revalorizarla».

El director del programa que depende de la Dirección General de Educación y Cultura de la provincia de Buenos Aires opinó que «hay mucho por hacer» y aseguró trabajan para que al salir en libertad estos chicos cuenten con herramientas concretas para que «puedan lograr la inclusión e integración social que perdieron».

En este sentido, uno de los desafíos «es lograr que puedan salir al mundo con más herramientas, un trabajo, una beca por un año y medio que les permita afrontar sus economías con dignidad».

Los centros de recepción y los institutos de Batán, de Abasto (La Plata) y Lomas de Zamora concentran la mayor parte de la población juvenil de la provincia.